La semana pasada vimos cómo los tipos bajaban a principios de semana cuando algunas noticias favorables a los bonos llegaron a los mercados.
El lunes, el índice ISM cayó de 49,2 a 48,7, cifra inferior a las expectativas de 49,6. La parte de este informe que más pesó en los mercados fue que los precios cayeron de 60,9 a 57, lo que también fue inferior a las estimaciones y demostró que es más barato fabricar bienes, lo que apunta a una inflación más baja que le gusta al mercado de bonos.
El martes se publicó el informe JOLTS que mostró que las ofertas de empleo ascendieron a 8,059 millones, muy por debajo de los 8,34 millones esperados. Este fue un informe débil e hizo bajar los rendimientos de los bonos, lo que ayudó a las tasas hipotecarias.
El miércoles salió el informe de Empleo Privado de ADP y fue un fracaso, mostrando que sólo se crearon 152.000 puestos de trabajo durante el mes de mayo, lo que fue mucho menos que los 190.000 que se esperaban originalmente.
Los datos del viernes mostraron un mayor crecimiento del empleo a través del informe BLS Jobs, por lo que se perdieron algunas ganancias, pero las tasas generales han tendido a la baja.
Por: jon iacono