La semana pasada, se publicaron las últimas cifras de inflación del índice de precios al consumidor de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. Este índice mostró que para el mes de abril, los precios al consumidor aumentaron 0.8% y un gran 4.2% año tras año. Esto fue mucho más alto que los 3.6% esperados y fue el aumento más pronunciado desde 2008. El IPC subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, llegó a 0.9% para el mes y 3.0% año tras año.
Profundizando en el informe, vimos que los precios de la energía aumentaron 25,1%, los precios de los automóviles y camiones usados aumentaron 21% y los alquileres aumentaron 2,0% en comparación con el año pasado. La comida a domicilio también aumentó año tras año en 3.8%. Otra razón importante de este salto es que este índice se basa en una escala "móvil" de doce meses, por lo que con el informe de cada nuevo mes, el mes más antiguo cae. En abril pasado, el número mensual fue un 0,4 negativo, que fue reemplazado por el 0,8% positivo de abril de 2021. Dado que la economía se está calentando y el gasto está aumentando, los nuevos números de reemplazo más calientes están reemplazando a los números más fríos, incluso negativos, que eran desde el comienzo de Covid, donde el gasto era muy moderado.
¡Dentro de nuestra actualización del 22 de marzo, en realidad predijimos que esto podría suceder! En esa actualización, dijimos: “En el futuro, parece que la inflación seguirá aumentando. Las cifras de inflación que se publicaron en esta época el año pasado fueron muy bajas y, en algunos meses, realmente negativas. Por ejemplo, el IPC de abril fue negativo 0,4 y negativo 0,1 para mayo, respectivamente. Entonces, a medida que los datos actuales continúan reemplazando los números anteriores, estamos viendo una inflación en niveles mucho más altos”.
La inflación es muy importante de monitorear. A medida que aumenta, los inversores pierden el apetito por la compra de bonos porque erosiona el rendimiento de sus inversiones. Cuando hay menos compra de bonos, el precio de los bonos baja porque hay menos demanda. Como resultado, las tasas de interés a largo plazo, como las tasas hipotecarias, aumentan. La conclusión es que es muy importante vigilar la inflación y trabajar con un asesor de confianza que comprenda cómo puede afectar las tasas de interés y el mercado y pueda aconsejarle sobre el mejor plan para su situación.
Fuentes:
https://cnb.cx/3y9DcD9
Por: jon iacono
