La semana pasada, la Reserva Federal redujo su tasa de interés clave en 0,25%, estableciendo un nuevo rango de entre 3,75% y 4%. La votación no fue unánime: Miran quería un recorte mayor, de 0,50%, mientras que Schmid se opuso a cualquier recorte.
La Reserva Federal también anunció que dejará de reducir su balance, una medida que suele impulsar los precios de los bonos. Sin embargo, reinvertirá el dinero de los valores respaldados por hipotecas en letras del Tesoro a corto plazo en lugar de bonos a largo plazo, lo que implica un menor impacto en las tasas de interés a largo plazo.
El Tesoro podría compensar esto emitiendo más deuda a corto plazo, pero los mercados aún no han reaccionado completamente a esa posibilidad. La Reserva Federal planea detener la reducción de la deuda y comenzar a reinvertir el 1 de diciembre.
Inicialmente, los precios de los bonos apenas variaron, pero los rendimientos subieron después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, adoptara un tono más agresivo en su rueda de prensa. Al preguntársele sobre una posible nueva bajada de tipos el 10 de diciembre, afirmó que «no era algo seguro, ni mucho menos».
Los comentarios de Powell sugieren que la Reserva Federal no volverá a recortar los tipos de interés a menos que se publiquen datos económicos más sólidos antes de la próxima reunión. Esto podría depender de la rapidez con que finalice el cierre del gobierno y se reanude la recopilación de datos.
Fuente: www.mbshighway.com
Por: jon iacono