La Oficina de Estadísticas Laborales publicó su informe del índice de precios al consumidor de octubre que muestra que la inflación general aumentó en 0.4%. Esto fue en realidad 0.2% por debajo de los 0.6% esperados. Mirando la inflación año tras año, hubo una disminución de 8.2% a 7.7%, que fue mucho más fría que la lectura de 8% esperada. Cuando observamos la tasa básica, que excluye los costos de alimentos y energía, hubo un aumento de 0.3%. La tasa Core fue más suave que el 0.5% esperado. Esto hizo que la inflación subyacente año tras año disminuyera en 0,3% de 6,6% a 6,3%, lo que la hace mucho más baja que los 6,5% esperados.
Las tasas hipotecarias están relacionadas con valores respaldados por hipotecas. Cuando el precio de los bonos hipotecarios baja, las tasas hipotecarias aumentan. Cuando aumenta el precio de los bonos hipotecarios, las tasas mejoran. Ver que la inflación general comienza a bajar es una buena señal para el mercado de bonos y un gran indicador de que las tasas hipotecarias comenzarán a bajar. Después de todo, la inflación es el archienemigo del mercado de bonos y, por lo general, la alta inflación erosiona el precio de los bonos hipotecarios, lo que resulta en tasas hipotecarias más altas. A medida que la Reserva Federal aumenta la tasa de fondos federales para desacelerar la economía, los bonos verán esto como deflacionario y las tasas hipotecarias suelen mejorar en este entorno.
